Cuando hace años usábamos los primeros ordenadores y para que cargara todo más rápido movíamos el ratón, aunque parecía una cosa de locos, funcionaba…
Es importante saber que son muchas las razones por la que cualquiera de nuestros ordenadores en un momento dado puede ir más lento de lo que estamos acostumbrados. Y esto puede deberse a diferentes factores, memoria RAM a tope, CPU sobrecargada o el HDD no da para leer/escribir más rápido. Hoy en día podemos solucionar estos aspectos cambiando los componentes del PC por unos nuevos, más rápidos y mejores.
Pero antes hace algunos años, teníamos que conformarnos con lo que teníamos y allá cuando salieron los primeros Pentium que la velocidad del reloj del procesador era irrisoria pues pasaba lo que pasaba, que parecía que dentro del ordenador había un roedor dando vueltas a la rueda para hacer funcionar aquello. En nuestra desesperación, o por lo menos en la mía (soy algo impaciente) me ponía como loco a mover el ratón, a ver si esto animaba al pequeño roedor acelerar un poco la velocidad. Frente a esto muchos me decían que si pensaba que esto iba hacer que el ordenador fuera más rápido, y oye, a mí me parecía que sí y yo lo seguía haciendo, frente a que me llamaran loco. Y ahora después de bastantes años me vengo a encontrar que es verdad, que esto era real y os voy a explicar el por qué.
Los movimientos del ratón sí hacían que el ordenador fuese más rápido
Primero hay que aclarar que estamos hablando del uso de Windows 95 y tenemos que basarnos y tener claro que Windows basaba su funcionamiento en la generación de eventos entre todas las aplicaciones y era el Sistema Operativo el que se encargaba de gestionar estos eventos y a veces acumulaba algunos que otros y me hacía desesperar.
Los programas dependían (y dependen actualmente, aunque ahora todo es más rápido) de que Windows les pase los eventos, aunque personalmente me gustaría que esto ocurriera instantáneamente, a veces no es así. Y hace varios años, menos aún, lo más normal era que Windows tuviera una cola de espera de eventos y esperara antes de mandárselo a las aplicaciones. En estos casos podemos decir que Windows era -y es- “el despertador” del resto de programas y enviará los eventos a las aplicaciones cuando a el le parezca. Ahora bien, como todo en esta vida, hay prioridades y en este caso las acciones del ratón también se basan en eventos y los eventos de clic o movimiento del ratón tenían prioridad frente a las demás.
Por esta razón podíamos conseguir (y conseguíamos, o por lo menos yo) que, en ciertos momentos frente a la desesperación de estar esperando la ejecución de ciertos programas, al mover el ratón había cosas que funcionaban más rápido.
Ahora ya sé que yo no estaba loco y que esto funcionaba. Contadnos ¿os ha pasado esto a vosotros también?