Una de las siglas más usadas en la actualidad, por mucho que sea impronunciable, es HDMI. El deletreo hache-de-eme-í corresponde a High Definition Multimedia Interface. Debidamente traducido al español viene a ser Interfaz Multimedia de Alta Definición. Y es una norma de conexión para transmitir audio y vídeo sin comprimir desde un equipo a otro a través de un solo cable. Hecha la presentación, vamos con la historia.
En el principio fue el Euroconector
Todos tenemos en mente aquel conector de 21 patillas que parecía ideado por alguien que no nos quería bien. No en vano, fue diseñado en Francia, allá por 1978. Se nos vendía como la panacea a la hora de conectar el televisor con un reproductor de VHS (o Beta), un DVD, un decodificador o una consola, por ejemplo. Transporta señales de audio y vídeo compuesto. Como punto a favor, la forma del conector impide una conexión errónea. Al tiempo, ostenta el dudoso privilegio de aflojarse con facilidad en sus puertos de entrada, generando fallos de color, sonido o directamente, interferencias. También es habitual que algunos pines se escondan en el conector, impidiendo su correcto funcionamiento y regalándonos tantas horas de soldaduras como ganas de estampar algún aparato contra la pared. Abreviando: el Euroconector o SCART no es santo de mi devoción. Por suerte, today’s scientific advances amount to barbarism (hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, que decían en La verbena de la Paloma), y apareció el HDMI para salvarnos de la miseria.
Aquí un estándar, aquí un HDMI
La búsqueda de mayor rapidez y calidad en la transmisión de señales de audio y vídeo hizo evolucionar las conexiones analógicas a las digitales. En el año 2002 aparece la nueva conexión que nos ocupa. Desarrollada por la Fundación HDMI (Hitachi, Matsushita Electric Industrial, Philips, Silicon Image, Sony, Thomson, RCA y Toshiba) permite transmitir audio, vídeo y otras señales por un único cable. Se diseña un nuevo conector, más pequeño, seguro y fiable que el SCART. Y está en constante revisión. De esta forma, amén de audio y vídeo, es capaz de proporcionar un canal Ethernet para intercambio de datos, soporte para 3D y otras mejoras de ancho de banda o streaming de audio.
HDMI, ventajoso y ventajista
Hay numerosas ventajas del HDMI respecto a otros conectores analógicos. Basándome en las mejoras más evidentes, reseñaré la calidad (transmite la información en su forma digital, no hay pérdida debida a compresión), simpleza de uso (un solo cable para audio y vídeo de alta definición) e inteligencia (permite la bidireccionalidad entre dispositivos, facilitando configuraciones automáticas). Además, también es versátil en cuanto a conectividad. Presenta 4 tipos de conectores: el tipo A (19 pines, el más habitual), tipo B (29 pines), tipo C (mini-HDMI, 19 pines, usado en equipos portátiles) y tipo D (micro-HDMI, 19 pines, creado para dispositivos móviles).
Evolución y revisiones
Antes comenté de pasada el tema de las revisiones. Una revisión es una versión más nueva de la norma HDMI que incorpora nuevas funcionalidades. Cada versión superior es retrocompatible. Las principales que se han hecho de este conector son:
HDMI 1.0: Diciembre de 2002. Tasa de transferencia máxima de 4,9 Gbit/s. Soporte hasta 165 Mpíxeles/s en modo vídeo (1080p 60Hz o UXGA). 8-canales/192 kHz/24-bit audio.
HDMI 1.2: Agosto de 2005. Se añade un soporte para One Bit Audio, usado en Super Audio CD, hasta 8 canales. Disponibilidad HDMI Tipo A para conectores de PC.
HDMI 1.3: Junio de 2006. Se incrementa el ancho de banda a 340 MHz (equivale a tasa de datos de 10,2 Gbit/s.). Soporte para Dolby TrueHD y DTS-HD. Disponibilidad de un nuevo formato de miniconector para videocámaras.
HDMI 1.4: Julio de 2009. Permite el envío y recepción de datos (ethernet) hasta 100 Mbps y vídeo en 3D. Pasa de la resolución FullHD a XHD (eXtended High Definition). La salida de audio ofrece un canal de retorno.
HDMI 2.0: Septiembre de 2013. 4K a 50/60(2160p) de vídeo. Hasta 32 canales de audio. Entrega simultánea de 2 streamings de vídeo, para múltiples usuarios en la misma pantalla. Streaming de audio para hasta 4 usuarios. Soporte de relación de aspecto 21:9.
HDMI 2.1: Enero de 2017. Mayor ancho de banda (hasta los 48 GB/s para dar soporte a resoluciones 10K). Soporta HDR dinámico.
Activos y pasivos
Quien piense que hablo de otra cosa, se equivoca. Sigo con el HDMI. Es otra forma de clasificación. Los que no incorporan más componentes que el propio cable (protegido por un aislante y una malla que impide interferencias) son llamados pasivos. Tienen una limitación de longitud para transmitir la señal, por lo general entre 10-15 metros. Para mayores distancias, se utilizan los cables activos. Incorporan una electrónica de amplificación que permite una mayor distancia sin necesidad de alimentación externa. Los cables activos suelen tener un alcance entre 10-30 metros.
Dime qué vas a conectar…
…Y yo te diré con qué lo debes hacer. Pero si piensas en un reproductor multimedia (Blu-ray, Android TV, Chromecast, Miracast, …), un sintonizador de satélite o TDT, un Home Theater, un equipo Hi-Fi, un ordenador, tablet o smartphone, una videoconsola, una videocámara… y un televisor, la respuesta pasa por el HDMI. Por tanto, un conector universal que no entiende de marcas ni modelos, y que se ha hecho tan imprescindible en nuestras vidas como los trepas en las empresas o las babas en los recién nacidos. Seguro que estáis deseando cambiar el jaleo de conectores de vídeo y audio por la limpieza del único e inimitable HDMI. Pues, como siempre, un amplio catálogo de conectores y adaptadores os espera en nuestra tienda online. Probablemente seguiremos tropezando con las mismas piedras, pero nos enredaremos -aunque parezca mentira- con un solo cable.
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