Reconozco, amigos lectores, que esta entrada puede resultar más enrevesada que el testamento de una loca. Tal es la cantidad de siglas, números y conceptos que incluye. Intentaré resultar lo más pedagógico posible, aunque, como escribió Tom Peters, si al final no estáis confusos, es que no estáis prestando atención.
Cuando tecleáis Depau blog en el buscador de vuestro smartphone, cierta magia inalámbrica hace que los datos vayan y vuelvan para que podáis llegar hasta la presente página. Esa magia -aún a riesgo de descubrir el truco- puede ser Wi-Fi o datos móviles. Y de eso tratan las líneas que siguen a continuación. Del Wi-Fi en concreto y, por extensión, de routers inalámbricos.
Qué es el Wi-Fi
El Wi-Fi (o wifi) es una tecnología inalámbrica que permite conectar distintos dispositivos electrónicos. ¿Cómo? A través de señales de radio de alta frecuencia. ¿Qué significa? Es una abreviación de la marca comercial Wireless Fidelity (fidelidad sin cables o inalámbrica). La RAE dice que es nombre masculino, así que los que decís la wifi os estáis cubriendo de gloria. ¿Quién lo inventó? Se considera a Victor «Vic» Hayes como el padre del Wi-Fi. Era quien presidía el comité del Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica en 1997, cuando se creó el estándar 802.11. ¿Cuál es su funcionamiento? Sin entrar en profundidades ni tecnicismos, hay un router conectado físicamente (por cable) a Internet, que emite la señal de radio de alta frecuencia. Señal que transporta datos desde y hacia Internet. El adaptador Wi-Fi del dispositivo que se use recibe y lee esos datos, y envía otros de vuelta al router. Y de ahí otra vez a Internet. Ese tráfico de datos es la actividad de subida y bajada.
Estándares de Wi-Fi
La especificación IEEE 802.11 (ISO/IEC 8802-11) es un estándar internacional que define las características de una red de área local inalámbrica (WLAN). Y sus distintas evoluciones son:
IEEE 802.11. Creado en 1997, actualmente en desuso. Permitía una velocidad máxima de conexión de dos megabits por segundo. Desesperante para los requisitos actuales.
IEEE 802.11a. Aparece en 1999. Alcanza una velocidad máxima de 54 megabits por segundo. Primera versión que funciona a 5 GHz. Debido a su longitud de onda más pequeña, la señal es absorbida fácilmente por paredes y otros objetos sólidos en su trayectoria, lo que atenúa su alcance.
IEEE 802.11b, g y n. Cuentan con velocidades máximas de 11, 54 y 300 megabits por segundo y trabajan en una frecuencia de 2,4 GHz. Son lo más empleados habitualmente.
IEEE 802.11ac. Aprobado en 2014, conocido también como WiFi 5 o WiFi Gigabit. Mejora las tasas de transferencia hasta 433 Mbit/s por flujo de datos, consiguiendo teóricamente tasas de 1.3 Gbit/s. Aporta más velocidad, calidad y estabilidad a la conexión inalámbrica.
Todos estos desarrollos son retrocompatibles. Esto es: Cada nueva versión se basa en la anterior y es compatible con los dispositivos que la tengan, aunque éstos no aprovechen las ventajas de cada actualización.
¿Wi-Fi es lo mismo que 4G?
Aunque son las dos formas principales de conectarse a una red de manera inalámbrica, no son iguales. El Wi-Fi, como hemos visto, depende de un router o punto de acceso que convierta la señal de Internet en inalámbrica. La tecnología 4G (o de datos móviles) usa la señal de telefonía móvil para transportar la información. Otra diferencia evidente es la cantidad de datos consumidos. Mientras que por Wi-Fi te da bastante igual, con el 4G siempre vas con cuidado de no pasarte…
Elegir router Wi-Fi
Lo que conecta todos nuestros dispositivos inalámbricos con Internet y sus servicios, es un router Wi-Fi. Elegir el modelo adecuado, más allá del proporcionado por nuestro proveedor de servicios (que suele ser básico y de prestaciones limitadas), puede mejorar notablemente el uso de la red inalámbrica.
Me quedo con tres características básicas a la hora de decidirnos por un nuevo router. A saber:
Estándar 802.11 AC, doble banda simultánea: Para funcionar a 5GHz (frecuencia menos saturada, mayor rendimiento) y 2.4GHz (más alcance, menor velocidad). Aporta compatibilidad total, señal más limpia y estable y acepta más conexiones simultáneas sin reducir la velocidad.
Puertos Gigabit Ethernet, tanto para WAN como para LAN: Fundamental para velocidades de Internet superiores a los 100 Mbps y las conexiones por cable ethernet.
Firmware actualizable: Para poder optimizar la configuración según nuestras necesidades y estar siempre a la última.
A estas premisas podemos añadir el número de antenas del router, que cuente con tecnología MU-MIMO (múltiple entrada, múltiple salida para múltiples usuarios) y que sea capaz de redirigir el tráfico de datos de forma inteligente (QoS). Todo depende de si vamos a ser capaces de sacarle partido a estas funciones.
Llegados a este punto, sólo me queda indicaros que en nuestra tienda online disponéis de un amplio catálogo de routers Wi-Fi, y que espero acertéis con la elección. Por falta de información (más o menos protocolaria) no será…