Lo más parecido a la perfección en esto del gaming son los productos de Razer. Dios los bendiga. Auriculares, teclados y ratones (entre otras maravillas) que se han ganado un puesto de honor en el corazoncito de los jugones más expertos. Uno de los buques insignia de la empresa estadounidense es el ratón Razer Ouroboros. Bastante peculiar por su aspecto y sus prestaciones. Un ratón ambidiestro -porque los zurdos también existimos- con experiencia de uso cableada o inalámbrica. Y un sensor láser que llega hasta los 8200 ppp. ¿Os apetece saber más?
Personalización al máximo
El ratón Razer Ouroboros cuenta con un diseño futurista característico de la marca. Su tamaño es el adecuado para una mano estándar, con todo, tiene la posibilidad de variar su longitud de 122 a 137mm. Cuenta con un reposamuñecas ajustable en altura y 4 paneles laterales imantados para apoyar pulgar y meñique. Esto permite elegir el tipo de agarre que prefiramos, bien tipo palma o tipo garra. De aspecto totalmente simétrico (de ahí su funcionalidad ambidextra), incorpora 11 botones: 2 principales, 3 en cada lado, uno en la rueda de scroll y 2 bajo ésta. Todos programables a través del software Razer Synapse. El ratón no es en absoluto pesado, en torno a los 120 gramos, por lo que los deslizadores de teflón de su base aseguran un movimiento suave y continuo.
Precisión absoluta
Una vez leí una frase que me fascinó: «Tan afilado como el cuchillo de un ilusionista». Pues el ratón Razer Ouroboros es tan preciso y exacto como la ecuación de Euler-Lagrange. Suena menos poético, pero refleja el control absoluto de este periférico. Los PPP (puntos por pulgada) son la cantidad de puntos distintos que puede reconocer un ratón al moverse una pulgada. Cuanto mayor sea ese valor, mayor será la precisión. El sensor láser 4G de este modelo llega hasta los 8200. Permite calibrarlo según la superficie sobre la que se esté usando y cuenta con un ajuste de seguimiento de despegue y corte. O sea: si falláis un disparo será porque sois unos mantas, no por la precisión que brinda.
Pónselo (o no)
Hablamos del cable, obviamente. El ratón Razer Ouroboros es completamente inalámbrico. No se experimenta latencia alguna en esta modalidad. Gracias a su batería recargable tipo AA nos aseguramos unas 12-15 horas de uso ininterrumpido. Podemos recargarlo a través de su base, pero si queremos seguir masacrando marcianos sin perder un segundo, también contamos con la posibilidad de soltar el cable de la misma y conectarlo directamente al ratón. La autonomía queda asegurada, ya que la batería se estará cargando de forma simultánea.
Juego customizado
Si importante es el hardware del ratón Razer Ouroboros, también debemos prestar atención al software que permite llevar la personalización al máximo: Synapse 2.0. De nada nos sirve tener un dispositivo tan configurable sin un software a la altura de nuestras macros y nuestra singularización. Razer Synapse es un centro de control que nos permite customizar al máximo nuestro ratón gaming (botones, perfiles, iluminación, aceleración, …) y -lo que es más importante- guardar todos los ajustes automáticamente en la nube. De esta forma, estemos donde estemos, podemos descargarlos y usarlos de inmediato. El software es compatible con Windows 7, 8 y 10, y con Mac OS X 10.9 y macOS 10.12.
Game Not Over
Resumiendo, el ratón Razer Ouroboros es un fuera de serie. Un prodigio de la ergonomía. Una bestia tecnológica. Una maravilla para los amantes de los juegos. Un modelo que incluye todo lo que un gamer busca en un ratón de gama profesional: capacidad inalámbrica, un sensor láser potente y preciso, un diseño único gracias a sus posibilidades de personalización y una herramienta definitiva para machacar a tus enemigos (virtuales).
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