Si buscáis esteroides para un ordenador, debéis acudir a un disco SSD. No cabe discusión. La misma placa, el mismo procesador, la misma memoria y… voilà! Más velocidad, mayor rendimiento, consumo más bajo y menos ruido. Si hay una inversión rentable a la hora de revitalizar un equipo con solera, ésa es la adquisición de un disco de estado sólido. Y en un equipo nuevo que se precie, debe ser un argumento a tener en cuenta.
Diferencias entre HDD y SSD
Los discos duros tradicionales (HDD) constan de platos giratorios magnéticos. Una tecnología con más de 60 años de uso. Los datos se escriben y leen en estos platos mediante cabezales móviles. Son dispositivos mecánicos, con muchas piezas en movimiento. Por tanto, propensos a fallos mecánicos. En una unidad SDD, las piezas móviles se sustituyen por chips de memoria. De esta forma se eliminan las latencias rotacionales y son menos frágiles que sus antecesores. Puede que el precio por GB siga resultando más rentable en un HDD, pero los SSD se están volviendo cada vez más asequibles.
¿Es complicado de instalar?
La instalación de un SSD no implica disponer de ningún controlador adicional. Tan solo hay que atender a la interfaz adecuada en cada caso (SATA, mSATA, M.2). Su montaje es sumamente sencillo, tanto en portátiles como en equipos de sobremesa. La mayoría de estos dispositivos tiene formato de 2.5″. Dependiendo de lo manitas que seamos, podemos fijarlo con 4 tornillos o usar un adaptador pertinente. Y con el software adecuado, podemos transferir todo el contenido de un HDD en uso al nuevo SSD.
SSDNow UV400
De entre la amplia gama que disponemos en la actualidad de SSDs, hay un modelo que destaca sobre el resto. Prestigio de marca, una inmejorable relación calidad-precio y un alto rendimiento hacen del Kingston UV400 de 240GB un modelo a tener en cuenta.
Presentación
El UV400 viene en un sencillo blíster de cartón, sin ningún accesorio ni software adicional. Esto no supone ningún problema. En nuestra web disponéis de adaptadores internos y externos para su instalación en cualquier equipo. Y en Internet existen varios programas gratuitos de migración de datos, que podéis localizar con una simple búsqueda.
Funcionalidad
Este disco SSD tiene formato de 2.5″, con unas dimensiones de 100*69.9*7 mm y un peso de 57g. Su interfaz es SATA 3 y dispone de un chasis metálico que ayuda a la disipación del calor. Incorpora un controlador Marvell 88SS1074 de 4 canales y bajo consumo, muy eficiente. Las tasas de lectura y escritura son 550MB/s y 490MB/s respectivamente. Mientras que las Operaciones de Entrada/Salida por Segundo están en 90.000 IOPS para lectura y 25.000 IOPS en escritura. Valores más que razonables para un componente de esta gama.
En cuanto a la capacidad elegida para esta reseña, 240GB, es suficiente para el sistema operativo y las aplicaciones más usuales. Obviamente, si sois de los que descargáis como si no hubiera un mañana, necesitaréis de un segundo disco como almacén. Pero para un arranque más rápido, carga de aplicaciones a mayor velocidad y transferencia de archivos que no desesperen a un santo, el UV400 es vuestro SSD. Y a un precio imbatible.
Podéis haceros con él haciendo click en este enlace.