¿Por qué un SAI? Escribió Thomas Reid que una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil. Quizá en el siglo XVIII no lo hiciera pensando en el campo de la informática, pero es igualmente aplicable. Quién no ha sufrido nunca un apagón mientras terminaba de meter referencias en una base de datos. O intentaba presentar online la declaración de la renta. O acababa de pasar el último filtro de photoshop tras horas de retoque… Sí, los fallos en el suministro eléctrico son el eslabón débil de nuestros equipos informáticos.
El 50% de los problemas físicos y de pérdida de información en nuestros ordenadores se deben a interrupciones o interferencias en la red eléctrica. Y la solución más inmediata que os proponemos desde Depau para solventarlos pasa por la adquisición y uso de un SAI.
Qué es un SAI
Un Sistema de Alimentación Ininterrumpida (SAI o UPS en sus siglas en inglés) es un dispositivo que proporciona energía eléc
Tipos de SAI
Off-Line o Stand-By: Dejan pasar la corriente eléctrica sin ningún tipo de filtro y comienzan a funcionar en cuanto ésta se interrumpe. Protegen contra fallos, subidas y bajadas de tensión. Son los más económicos y de uso más habitual.
In-line o Interactivos: Incorporan un microprocesador que controla las fluctuaciones de la red, regulando la tensión de salida. Es decir: no solo sirven para alimentar nuestros dispositivos en caso de apagón sino que mejoran la corriente que les llega.
On Line: Realizan una doble conversión de la energía eléctrica que reciben, transformándola en continua y después a alterna de nuevo. Proporcionan energía eléctrica directamente desde sus baterías mientras éstas se van cargando de la red. Esto garantiza que la protección contra cualquier problema de la red eléctrica sea total.
¿Qué SAI adquirir?
Los factores primordiales a la hora de elegir un SAI son tres:
Potencia
El SAI debe ser capaz de alimentar nuestros dispositivos, por lo que es necesario conocer el consumo de los mismos. Lo normal es sobredimensionar la potencia del SAI añadiendo un margen del 20% a ese consumo total. Si se prevén ampliaciones futuras, hay que aumentar ese margen.
Como referencia, un PC doméstico con su monitor LED consume entre 300W y 500W. Un equipo Gaming o una estación de trabajo, está entre los 600W y 900W. Los servidores NAS suelen tener consumos de entre 30W y 100W, dependiendo de los discos en uso. Otros equipos domésticos como los modem/router, alrededor de los 25W.
Autonomía
Un SAI correctamente dimensionado proporciona entre 5 y 10 minutos de autonomía (dependiendo de la carga conectada). Tiempo más que suficiente para guardar con seguridad la información en uso y apagar de forma correcta el ordenador. Si se necesita un tiempo de respaldo superior, hay que elegir un modelo de SAI más potente. Con todo, hay que recordar que un SAI no es un aparato para seguir trabajando con el ordenador: para eso están los generadores.
En la actualidad, prácticamente todos los SAIs se pueden conectar al PC a través de un cable USB. Incluyen el software de monitorización necesario. Es importante configurarlo correctamente para asegurarnos de que el programa cerrará las aplicaciones y apagará el equipo antes de que se le agote la batería.
Tomas
Lo razona
Otros factores para la elección del SAI (arquitectura, monofásicos, trifásicos, etc.) quedan fuera de esta comparativa. Si tenéis interés en que ampliemos esa información, sólo tenéis que pedirlo.
Como siempre, en Depau disponemos de un amplio catálogo de SAIs, tanto domésticos como profesionales. Podéis acceder al él pinchando en este enlace.
